Princesa por sorpresa
El ejemplo que hemos elegido para dejar constancia de la importancia e impacto que ha tenido este tópico hasta llegar a hoy en día es Princesa por sorpresa (The princess diaries), del director Garry Marshall.
Es una comedia familiar del año 2001 que relata la vida de una adolescente, Mia Thermopolis (interpretada por Anne Hathaway), a la que la inesperada noticia de que está destinada a heredar el trono de Genovia (un país ficticio) le cambia la vida. Empieza la formación para ser princesa acompañada de su abuela, que está residiendo en la embajada. Mia no parece mostrar mucho interés en abandonar su modesta vida en San Francisco y entregarse al lujo, pero acaba cediendo, aunque esto implique tener que elegir entre sus dos vidas.
La película ejemplifica perfectamente el tópico fortuna mutabile del que hablábamos. De un día para otro, Mia cambia de vida gracias a una suerte “favorable”. Para ella ha representado un conflicto al tener que elegir entre sus dos vidas, de ahí que cuestione si el cambio de fortuna es realmente favorecedor o no.
Los fragmentos que hemos escogido son los siguientes:
Podemos ver a la Mia del principio (tímida, modesta, desarreglada, patosa) cuando se presenta el hecho, lo que da un giro argumental a la vida de la protagonista. Cuando va a visitar a su abuela en la embajada le surge la oportunidad, el momento de fortuna mutabile.
Este segundo fragmento muestra la transformación, no solo física, sino también personal de Mia. Podemos observar cómo contrasta su fuerte personalidad con la actitud que se espera de ella como princesa después del cambio que acaba de sufrir.
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